Para los fans del cheesecake os aseguro que no os va a dejar indiferentes
Me encuentro frecuentemente en consulta gente que es muy de dulce, que siempre dicen que tienen como una necesidad de comerlo, sobre todo después de comer o por la tarde. Si bien es cierto que deberíamos de analizar por qué viene esta sensación de antojo, no hace falta que eliminemos los dulces por completo.
Ahora bien, hay dulces y dulces. No es lo mismo el azúcar de un Donut que de una fruta. Ni el de un Bollycao o un dátil. Hay que entender el contexto de cada persona para saber en qué momentos nos irá bien consumir depende de qué dulce.
Por ejemplo, a un ciclista, en medio de una salida de 8 horas, el Donut no le hará ni cosquillas. Pero a ti sentado en el sofá viendo la tele… pues que quieres que te diga.
En este contexto, lo que intento es brindar a mis pacientes recetas de dulces saludables. La mayoría de ellos sí que los podemos consumir diariamente, pero otras son igualmente de consumo ocasional.
Dejadme hacer el inciso que, como veis, esta receta lleva como endulzante los dátiles. Es cierto que el azúcar que contienen es mejor que el azúcar blanco, pero no deja de ser azúcar además de muy calórico. ¿Debemos pues de evitar este dulce? Pues no tiene por qué.
Por ejemplo, puede ser una opción buenísima como pre-entreno, ya que tiene el carbohidrato complejo en forma de avena y el carbohidrato simple en forma de dátil. Además no olvidemos su aporte proteico tan bueno gracias al huevo.
Y para los más golosos, podéis añadirle chocolate negro deshecho o trocitos de fruta.